LA PERPETUIDAD DE TU CUERPO PROHIBIDO

12/08/10




Y ele allí que se acerca cual diosa del Olimpo,
Haciendo desaparecer los tonos irrelevantes que la rodean.
El viento de los cerros acaricia sus ocres cabellos;
Los rayos de sol enriquecen la belleza de su piel
Con un suave toque dorado;
Sus ojos encantan con el color de la más fina miel y
Sus labios respingan una suave sonrisa rosa
Una sonrisa que me roba el aliento
Esa sonrisa que desprende de terrenales pensamientos.

Un cálido saludo acompaña tu implacable llegada
Que descontrola mis sentidos,
El color del cielo vaticina un encuentro sublime
Meritorio únicamente por los más sacros dioses
Mi mente se encanta con la armonía de tu ser
La cual compartirás acá
Se Empieza así una simple visita casual
Que mas que casual es un confuso momento
De extraordinarias desesperanzas.

Te observo mientras una fortuita plática avanza,
El tiempo se escabulle dentro de tus cabellos
Mi corazón se retuerce en mi pecho
Cuando mis manos acarician tu ser
Mis ojos gritan a los cielos agradeciendo
Por el trascender de este deleitante momento.

Pero la desazón de un momento inconcluso
Estremece mi alma
Mis labios se conmueven al demandar
Los frutos del edén que ofrece los tuyos
Y que por tus infranqueables
Pero bien fundamentados prejuicios
No se pueden se pueden disfruta.

Y un agobiante deseo recorre mi cuerpo,
Deseo por conocer la perpetuidad de tu cuerpo prohibido
Deseo por deleitarme con el sabor de tus enajenados besos
Deseo por compartir mi inabordable apetito de tu ser
Deseos que reprimo con insuficiente convicción
Por respetar tu concepción del mundo.

Y es allí que mi mente divaga por la tuya
Buscando desconsolada
Compartir sus más extravagantes pensamientos
Y escudriñando con previo conocimiento
Una aprobación de tus labios que nunca llegara

Mi corazón llora inconsolable
Mis ojos dejan entrever una fina inanición
Al desfallecer del intento por compartir mis agraciados sentimientos,
Pero se reconfortan al saber que en la inmensidad de tu alma
Se encarcelan sentimientos afines
Que reprimes con incomparable convicción.

El sol, despliega su última exhalación,
Marca el final de nuestro placido encuentro
Tu…
Te marchas con un simple adiós y
Un atrincherado beso en la mejilla
Yo…
Solo quedo con un vacio por tu ausencia
Y un inexplicable pensamiento de lo que pudo ser
Pero que nunca será
Ahora…
Un largo camino me espera
Hay que marchar hacia la truhan realidad.